E M P I R E O F T H E S U N

WAZAWAI WO TENJITE, FUKU TO NASU（災いを転じて、福となす）

“Cambiando la desgracia, se pasa a la fortuna”. Este proverbio japonés quiere decir que, a pesar de estar pasando por una adversidad, uno debe ingeniárselas para encontrarle el lado positivo a esa situación y así reanimarse.

Hace seis días, Japón era una nación alegre, el país del origen del sol. Hoy es una isla azotada por la tragedia, con más de 4.300 muertos, 8.600 desaparecidos y pérdidas económicas por unos 100.000 millones de euros. 

Tras un terremoto, un tsunami y una amenaza de crisis nuclear, el pueblo japonés nos sigue sorprendiendo por su temple y serenidad frente a la destrucción y el caos.

Tsunami, acuarela japonesa

Una imagen de mucha menos belleza, sin comentarios...

Tenía planeado hacer varios post sobre Japón, pues iba a visitar las ciudades imperiales del 16 al 24 de abril. Ante la situación, la agencia ha cancelado mi viaje. Tendré que esperar…

Mientras tanto un adelanto. Sólo una aproximación a la moda japonesa. Podría empezar hablando sobre la moda en las calles de Tokio, las Harajuku girls o el manga, pero eso lo reservo para cuando pueda ilustrarlo con las fotos que haga in situ en un futuro, espero, no muy lejano.

Japón es sinónimo de vanguardia, de tradición y modernidad, desde las casitas de madera y templos milenarios hasta los imponentes rascacielos que arañan el cielo de Tokio. Desde las elegantes y misteriosas Geishas hasta los diseños de líneas depuradas de Issey Miyake.

Gheisas y Maikos, artistas de la tradición, profesionales del entretenimiento (no en las artes sexuales, no confundir con las cortesanas). 

Maquillaje blanco a base de plomo, acentuando los labios y las cejas, inspiración para muchos de los profesionales del maquillaje contemporáneo. Kimonos de seda de varias piezas, su color y diseño dependen de la estación del año y del evento, la largura de sus mangas revelan el estado de aprendizaje de la Geisha. 

Auténticas obras de arte en movimiento

Muchos son los diseñadores japoneses que triunfan en Occidente. Los más conocidos… Kenzo Takada, Issey Miyake, Yohji Yamamoto… simplicidad de líneas al servicio de la elegancia. No obstante, parece que estos creadores han optado por un retorno al pasado en sus últimas colecciones, y es que, en Oriente, la tradición importa mucho. 

Ajenos a la incipiente desgracia, alegres estampados y siluetas para esta primavera-verano 2011

Issey Miyake

Kenzo

Yohji Yamamoto

Cómo no, una mención a la alta costura parisina. Ricardo Tisci, uno de los nombres que suenan con más fuerza para sustituir a John Galliano a la cabeza de Dior, ha sido el artífice de esta colección de clara inspiración nipona. Givenchy, Haute Couture, primavera-verano 2011.

Desde las vestimentas tradicionales, hasta los robots del anime japonés, pasando por las armaduras de los Samuráis. En mi opinión sublime.

Samurái, s XVIII

Mazinger Z

Tocado para la colección, elaborado por Philip Treacy

 Algunas famosas ya se han rendido ante esta colección:

Florence Welch, del grupo Florence and the Machine

Cate Blanchett, en la pasada edición de los Oscars

Video de la colección, merece la pena verlo sólo por apreciar los detalles:

 Adelanto que ya tengo una obra en proceso inspirada en esta colección.

Para finalizar, os dejo con un video de la danza Butoh. Este conjunto de técnicas fueron creadas en 1950 por Kazuo Ohno y Tatsumi Hijikata, que, conmovidos por el fatídico bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, comenzaron con la búsqueda de un nuevo cuerpo, el cuerpo de la postguerra. Durante esa década, las imágenes de algunos sobrevivientes llenaban las calles. Estos caminaban con sus cuerpos quemados y con los globos oculares reventados y colgando sobre sus mejillas. (Wikipedia).

Así nació el Butoh , la danza hacia la oscuridad.

De las tragedias siempre se aprende, nace arte... cambiando la desgracia se pasa a la fortuna