Será mejor que no os acostumbréis a posts tan frecuentes, pero es que ahora tengo mucho tiempo libre y no podía dejar pasar la ocasión de comentar la cuestión que nos ocupa: desde el pasado lunes 24 hasta hoy jueves 27 se está celebrando en París la semana de la Alta Costura (primavera-verano 2011).
Vamos a aclarar, porque algunos no lo saben, qué es eso de la Alta Costura. Dentro del mercado de moda podemos diferenciar tres segmentos y en este orden: Alta Costura, Prêt à Porter y mass market. La Alta Costura, en adelante AC, comprende el nivel más alto de diseño y de confección de moda no estandarizada. La oferta se distingue por la calidad de las creaciones, los métodos de fabricación artesanales (nunca hay dos vestidos iguales, lo que el cliente busca es la exclusividad, de ahí que valgan un riñón…) y por la celebridad de su creador. En cambio, el Prêt à Porter (Ready to Wear o “pronta moda” si preferís) ofrece una respuesta rápida de la oferta y reduce considerablemente los costes debido a su producción estandarizada. El mass market o mercado de difusión compensa la pérdida de exclusividad del producto comprado con el precio más barato pagado (vamos, lo que todos identificamos con Inditex).
Después de este tocho (se nota que he estudiado ADE…) es interesante saber que la AC tiene su origen en el s XIX, gracias al inglés Frederick Worth, proveedor oficial de la Corte inglesa y de gran número de casas reales europeas. A partir de entonces, el couturier impondrá sus creaciones concebidas de antemano a sus clientas, quienes se limitarán a escoger los modelos que serán hechos a medida.
Pues después de esta super-intro, voy al meollo de asunto. Durante esta semana de la AC parisina, han tenido lugar dos de los desfiles más esperados de todas las temporadas: Christian Dior y Chanel. He elegido a estas dos firmas porque, además de ser mis favoritas, son eternas rivales y reflejan la batalla sobriedad frente a ostentosidad siempre al servicio de la elegancia. Además, son el perfecto ejemplo de cómo una obra de arte es capaz de inspirar a un diseñador y dar vida a una colección.
Comenzando con Dior, cuyo director artístico, el genial John Galliano (y que conste que cuando menciono su nombre no puedo quitarme de la cabeza el “celebrities” de Muchachada Nui, Dior míooooooo!) lleva al frente de la firma más años que el propio CD. Esta vez nos ha sorprendido con una colección de lo más rica, tanto en creatividad como en looks (seguro que vemos a más de uno de estos vestidos sobre la alfombra roja de los Oscar el próximo mes de febrero…), basada en las obras del ilustrador de principios de siglo René Gruau (abajo).
Cabe decir que como siempre los directores artísticos de estas firmas “con historia” se dedican a explorar los archivos de las casas de costura para reinterpretar los clásicos eternos que dan identidad a la marca. Como es el caso de Galliano que siempre incluye en sus desfiles nuevas versiones del clásico new look de CD. Para los que no lo saben, el new look (bautizado así por una periodista norteamericana) se corresponde con un conjunto que CD presentó tras la IIGM y que causó furor. Se trataba de una chaqueta entallada que marcaba fuertemente la cintura de la mujer acentuando sus curvas y una falda corola por encima de los tobillos. Como indica su nombre, supuso una ruptura en época de postguerra y en contraposición con los vestidos de su gran rival, Chanel, la cual decía que “un vestido debía colgar de los hombros” y no ir sujeto a la cintura.
A continuación os muestro una comparativa de imágenes: de izda. a dcha. Imagen del new look (años 50), ilustración de René Gruau y fotografía del citado desfile de CD… lo veis?
Aquí os dejo el link de los videos del desfile y unas fotos de los looks que más me han gustado.
Ya sé que me estoy alargando, y que más que un blog parece una clase de historia, pero es que me encanta… En cuanto a Chanel, Kral Lagerfeld (noooo, otra vez muchachada nui… mirarlo en youtube que es buenísimo…) se ha inspirado en otro artista. En este caso se trata de una pintora también de principios de siglo XX, Marie de Laurencin, que retrató a Coco Chanel allá por 1923. Ha sido este cuadro en concreto el que ha dado lugar a la paleta cromática de esta colección.
En cuanto al desfile, que ha tenido lugar en el pabellón Cambon Capucines (el salón donde Coco hacía sus desfiles, lo recordareis por la peli, con una larga escalinata rodeada de espejos…) 66 looks bañados en una rica gama de grises, platas y rosas hicieron las delicias de los invitados. Después de ver el desfile de CD igual os parece un poco descafeinado, pero fijaos en los bordados, que son de Lesage (un taller que lleva mogollón de años trabajando para la AC y cuyo oficio está desapareciendo…). Mirar el desfile, que además de la musiquita que seguro que se os pegará, está muy bien.
Si nos fijamos en los vestidos, al lado de los de CD parecen mucho más ligeros y realmente “cuelgan de los hombros”. No he podido evitar esta comparativa, pero es que de verdad que algunos me recuerdan a un Pierrot. Juzguen ustedes mismos.
Aquí van algunos de los looks que más me han gustado.
Para acabar, comentar lo curioso de esta relación siempre recíproca moda-arte, cómo sendos artistas, Gruau y Laurencin, se inspiraron en grandes diseñadores y diseños para crear sus ilustraciones y cómo ahora, casi un siglo después, son los diseñadores los que recurren a estos artistas para continuar creando belleza.
Los hermanos Montijano estamos anonadados con tu dialéctica. Eres extraordinario y la verdad, confiamos y creemos en ti.
ResponderEliminarBesos